Durante el primer año de vida, la percepción sensorial y los primeros contactos con el entorno son los principales ámbitos de aprendizaje y juego. Los juguetes pueden ser un gran aliado para dar a conocer al bebé de forma segura, el mundo que le rodea.
El crecimiento evolutivo en el primer año de vida es mucho mayor que en cualquier otra etapa de la vida.
La estimulación sensorial es fundamental en el primer año de vida ya que son los sentidos los que permiten al bebé percibir su entorno y todo lo relacionado con él.
Al acercarle o dejarle manipular objetos, hay que tener cuidado porque el entorno esconde sus peligros. Hay que dejar tocar y explorar cualquier objeto bajo supervisión evitando de esta manera los posibles accidentes que puedan ocasionarse.
Es importante para el desarrollo evolutivo del bebé variar cada poco tiempo los objetos o juguetes que se dejen a su alcance para evitar que se cansen de esos objetos y mantener despierta su curiosidad por otros.